domingo, 27 de mayo de 2007

Alan Moore - From Hell

Alan Moore y Eddie Campbell
Título original: From Hell
Planeta DeAgostini, 2001

Se respira en From Hell la voluntad de hacer una gran obra, la pretensión -cumplida- de crear un tebeo que trascienda y se convierta en punto de referencia. Es otra pica más clavada por Alan Moore en su ambición de crear la Novela Gráfica Definitiva.

From Hell surge del empeño de Moore por escribir una obra compleja y lúcida sobre el asesinato, para la que, puestos a la tarea, recurrió al más famoso asesino en serie de la historia, Jack el Destripador, y concebida en una época -finales de los 80- en la que un optimista Moore creía firmemente en la madurez recién alcanzada del medio historieta como instrumento de narración de cualquier historia, madurez a la que él había contribuido en gran medida. No podía sospechar Moore que esos hallazgos de los 80 se verían arruinados en los 90, década de vacuidad y estulticia en los comics, ejemplarizada por una editorial, Image, a la que habría de unirse el propio Moore en su humano afán de ganarse la vida haciendo su trabajo y cuyas premisas temáticas y estilísticas reconducirá él mismo con un golpe de timón maestro con sus America's Best Comics a principios de los 2000.

Tampoco podía sospechar el de Northampton que el desarrollo y conclusión de From Hell requeriría diez años, además de una cansina peregrinación por tres editoriales diferentes y que el espíritu de la propia obra le conduciría a un proceso de reflexión interna que le llevaría a cuestionar la realidad tal y como la entendemos y a tomar la decisión de convertirse en -sí- mago. Porque en From Hell, el tebeo resultante, no sólo se reflexiona sobre el asesinato, sino también sobre las estructuras mismas de la realidad y su percepción, todavía más enraizadas en el pensamiento mágico de lo que nos atrevemos a cuestionar desde nuestra sociedad tecnificada y racionalista. De hecho, en ese dilatado lapso de tiempo que tarda la obra en completarse sufre transformaciones internas y, si al principio percibimos a un Moore más exhaustivo y racional, hacia el final del libro se muestra menos técnico, más despreocupado al ficcionalizar la supuesta realidad que está recreando. Esto no supone, sin embargo, y es otra de las muestras de genialidad del británico, que en la obra se rompa el ritmo que tantos años de trabajo interrumpido podría conllevar. Al contrario: From Hell resulta inquietantemente coherente de principio a fin.

Entrando en materia narrativa propiamente dicha, From Hell, constituye un fresco impresionante y minucioso del Londres victoriano, visto desde el punto de vista de un narrador omniscente que viaja desde los callejones más míseros de la época hasta los fríos salones del palacio de Buckingham, deteniéndose de vez en cuando para introducir en la trama a personajes reales, del Hombre Elefante a Oscar Wilde, cuya presencia otorga a la obra una veracidad que la hace trascender del ámbito de la ficción, cuestión no explicitada pero sí capital en From Hell. Un narrador que además reflexiona en forma de viñetas y palabras sobre las fuerzas ocultas en la sombra que manejan los hilos del poder; sobre la -entonces incipiente- influencia de los medios de comunicación en la sociedad y sobre la morbosa y acaso irresistible atracción de la figura del asesino, que lleva a decenas de anónimos ciudadanos a identificarse con sus hazañas y a proclamar algo así como que "todos somos Jack".

Hablábamos sobre la ficcionalización de la realidad y me gustaría detenerme un poco en este punto, ya que lo considero parte básica de la cimentación sobre la que se sostiene From Hell. Efectivamente, Moore despliega un conocimiento enciclopédico sobre Jack y su época, conocimiento evidenciado casi de forma exhibicionista en los interesantísimos apéndices, pero él mismo acaba por reconocer que tanta erudición termina resultando baldía, en la medida de que, para la recreación de los hechos que él se ha propuesto convertir en tebeo, existen demasiadas zonas oscuras que hay que rellenar con ejercicios especulativos, lo cual no debería ser condenable en From Hell, como ejercicio de ficción que es, pero sí en los textos que le sirven de base histórica, poblados también de conjeturas imposibles de probar. Así, termina por reconocer un Moore resignado, la historia de Jack el Destripador no es su historia, sino la interpretación de ella que, a partir de unos hechos -los asesinatos- gran cantidad de investigadores sobre el caso han escrito. La historia como ficción, pues. Esta teoría queda reflejada en el poco piadoso epílogo de la obra, "Dance of Gull Catchers", en la que Moore tiene la honestidad de introducirse a él mismo y a Campbell como otros más de los aventureros, bienintencionados o no, que han hecho fama y/o fortuna a causa de unos hechos tan luctuosos como las peripecias del Destripador. (Resulta especialmente significativa la viñeta en la que aparece un cartel que anuncia: "Pronto, From Hell, la película". No sabemos si cuando se dibujó esa viñeta ya habían Moore y Campbell vendido los derechos del tebeo para una producción cinematográfica, aunque no importa, porque una cosa es cierta: los dos británicos se han sacado una pasta gracias al hecho de que hace cien años cinco mujeres fueron asesinadas.)

De este modo, From Hell se convierte en dos obras diferentes, según el lector haya leído los apéndices o no: por un lado, una simple recreación de la carrera del Destripador; por otro, eso mismo y una afilada reflexión sobre la naturaleza de la creación de los mitos. Es significativo que para su definitiva recopilación en tomo, Moore dudase en incluir o no los apéndices, inclinándose finalmente por la primera opción, lo que demuestra la ambición del autor de que From Hell no sea sólo un tebeo -uno de los mejores de la historia del medio, por cierto- sino también un ejercicio teórico sobre los mitos digno de ser considerado un ensayo antropológico en toda regla.

Ante la tarea de Moore palidece, a pesar de lo voluntarioso de su aportación, el trabajo en el apartado gráfico de Eddie Campbell, dibujante de trazo tembloroso y confuso que -da la impresión- no ha llevado bien la disciplina que requería From Hell. A veces, en sus páginas se respira la impaciencia por terminar una viñeta y pasar a la siguiente. No obstante, sólo la determinación de concluir una obra de semejante complejidad le hace merecedor de un aplauso.

Respecto a la publicación en castellano de la obra, que el lector no especializado no se deje desorientar. From Hell fue originalmente editado por Planeta deAgostini entre 1999 y 2000 en cinco volúmenes de cadencia bimestral -lastrados por errores editoriales, por cierto-, alguno de los cuales ya se encuentra agotado. Por suerte, parece que los señores Rodríguez y Pece están interesados en hacer las cosas bien, para variar, y tomando como excusa el inminente estreno de la película -muy libremente inspirada en el tebeo, se dice- han tomado la decisión de corregir aquella chapuza y hacer llegar al lector la obra en el formato adecuado para ella: la del tomo unitario. Incluyendo, además, las páginas que Campbell ha redibujado recientemente sobre la base de sus últimos hallazgos documentales. (Que si áquel personaje llevaba siempre sombrero y no se le había dibujado... En fin.)

Un último comentario: From Hell no es una lectura fácil. Está en las antípodas de la transparencia conceptual y gráfica de un, digamos, Tom Strong, por citar otra obra de Moore. Es un tebeo de apariencia árida y denso respirar. Insistiremos, para convencer a los indecisos, en una cuestión no siempre comprendida: a veces el mayor placer se extrae del mayor esfuerzo. From Hell requiere tiempo y dedicación, pero esa inversión, sin ninguna duda, es ampliamente recompensada. Estas viñetas, una vez recorridas, serán difíciles de olvidar.

Valentín Vañó en Bibliópolis

viernes, 25 de mayo de 2007

Darth Vader: la fuerza del olvido


Aunque se está hablando hasta la extenuación del 30 aniversario de Star Wars, muchos de los actores que la protagonizaron han pasado totalmente al olvido, de entre todos los personajes el mas característico de la saga fue Darth Vader, con el que precisamente Lucas se vió obligado a cerrar su segundo ciclo de películas.




La Gaceta de Tucumán hace un repaso por todos los olvidados:

Quedaron en el olvido casi todos los protagonistas“La Guerra de las Galaxias”. Excepto Harrison Ford, que interpretó a Han Solo, el resto de los actores de las películas originales de George Lucas no tuvieron mucha suerte en Hollywood. Sin cara ni voz

LOS ANGELES.- La luz de la mayor parte de las estrellas de “La Guerra de las Galaxias” se apagó. Tras ocupar la pantalla en una de las películas más exitosas de la historia del cine, sus figuras fueron desvaneciéndose, y en muchos de los casos son sólo un recuerdo para algunos fanáticos del filme.
De la constelación que guió George Lucas, saltó con suerte sólo Harrison Ford. Con su personificación del temerario Han Solo, Ford pudo disfrutar de las mieles del éxito, y continuar con una carrera exitosa en el cine, no como sus compañeros de elenco.
Mark Hamill, por ejemplo, fue el joven héroe Luke Skywalker en las tres primeras películas de la saga, y luego tuvo algunas apariciones en varias series televisivas y en el teatro. Pero su papel más importante desde entonces no lleva su rostro, sino su voz: hace doblajes de personajes animados como “Batman”.
El actor, de 55 años, sigue padeciendo por el papel que en 1977 hizo en “La Guerra de las Galaxias”, según consignó el sitio “laflecha.net”. “Todavía veo madres en supermercados que me reprenden porque su hijo acaba de gastarse su dinero para la universidad en comprar una réplica del sable luminoso”, comentó.
Carrie Fisher, que interpretó a la Princesa Leia, contó en un libro recientemente publicado sobre la realización de “La Guerra de las Galaxias” que nunca pudo imaginar que la película se convertiría en un éxito.
Fisher pudo seguir trabajando como actriz, con pequeños papeles en películas como “Hannah y sus hermanas” (1986), de Woody Allen, o la comedia “Cuando Harry conoció a Sally” (1990). Pero ha disfrutado de más éxito como escritora, con el best-seller “Postcards from the Edge”, que fue llevado al cine en un filme protagonizado por Meryl Streep.
Llamativamente, algunos de los roles principales recayeron en actores cuyos rostros nunca fueron vistos. Fue el caso del ex levantador de pesas británico David Prowse, que interpretó a Darth Vader y que nunca fue visto ni oído por la gente, ya que Lucas optó por el actor James Earl Jones para ponerle la voz amenazadora a Vader.
Kenny Baker, el pequeño actor que interpretó al robot R2-D2, y Anthony Daniels, su compañero C-3PO, son los únicos dos actores que integran el reparto de las seis películas de la saga. (Especial)

domingo, 20 de mayo de 2007

Druuna en la web

A continuación un enlace a una web dedicada a Druuna, heroína de ciencia ficción surgida de la mente y el lápiz de Serpieri, cuyas historias mezclan erotismo explícito y desolación en un ambiente frecuentemente trufado de seres metálicos.

druuna, planeta prohibido

lunes, 7 de mayo de 2007

Curso de Relato Negro en Hotel Kafka

Hotel Kafka inaugura mayo con una importantísima novedad, un curso único en el panorama literario español: el primer seminario de True Crime , coordinado por Rafael Reig, cuenta con autores de la talla de Lorenzo Silva y Juan Madrid y la colaboración de profesionales relacionados con la investigación criminal que aportarán una valiosa información a la hora de construir un relato verosímil. Está destinado no sólo a jóvenes autores interesados en el género negro, también a guionistas de cine y TV y a amantes de la literatura en general. El comienzo del curso está muy cercano ¡aprovecha esta oportunidad!